
Un patio interior y un antejardín conforman los espacios abiertos visitables del edificio que alberga hoy al Museo de la Educación Gabriela Mistral, y que está declarado desde 1981 como Monumento Histórico.
No es una mera casualidad que sea este el inmueble destinado a difundir la historia de la educación en Chile, porque acá fue trasladada en 1886 la primera Escuela Normal de Preceptoras de Chile, siendo así el escenario donde se formaron desde el siglo XIX numerosas maestras que educarían a las niñas y niños del país. Fue aquí donde la primera premio Nobel de Literatura y maestra rural, Gabriela Mistral, obtuvo su habilitación como profesora en 1910. También pasó como estudiante por este patio, por un periodo breve de tiempo, Violeta Parra, emblema de la música folclórica chilena. En la década de 1950, la institución ya tenía el nombre de Escuela Normal N°1 de Niñas Brígida Walker, en honor a su primera directora chilena.


El Museo de la Educación tenía ya 40 años cuando llegó a este edificio en 1981. Cuatro años después debió suspender sus actividades de atención de público debido a los daños que sufrió el edificio en el terremoto de 1985, reabriendo sus puertas nuevamente en 2006, con el nombre que lleva actualmente: Museo de la Educación Gabriela Mistral.
El principal patio fue rehabilitado en 2016. Este toma su nombre por los dos altos tilos que allí se encuentran, los que conviven con otras especies presentes en el lugar. Este patio es un espacio versátil donde se realizan encuentros, actividades educativas, juegos, y por donde transitan las y los visitantes del museo y vecinos. Al centro domina una fuente de la cual emerge una figura femenina, convirtiéndose en el punto de atención de quienes se sientan en los bancos de piedra construidos a su alrededor.


En el antejardín del frontis que da a la calle Compañía de Jesús, se ha creado una huerta comunitaria y educativa donde se desarrollan mediaciones y que está abierta al público.