
Declarada monumento histórico en 2016, la casa de Ignacio Domeyko no solo posee un gran valor histórico y simbólico por quien la habitó y por representar una construcción colonial que perdura desde los inicios del barrio Yungay, sino también cuenta con un hermoso jardín que en algunas ocasiones es abierto al público.
Ignacio Domeyko fue un científico polaco especializado en geología y mineralogía. Llegó a Chile en 1838 para enseñar química y mineralogía en Coquimbo, con el propósito de fomentar el desarrollo minero de la provincia mediante trabajos de campo, incorporación de tecnología y conocimientos científicos. Es reconocido como padre de la mineralogía de Chile. Se destacó también por su contribución a la ciencia y a la educación. Tuvo una participación relevante en la fundación de la Universidad de Chile y fue su rector entre 1867 y 1883.
A mediados del siglo XIX compró en Santiago la casa ubicada en lo que hoy es calle Cueto 572, cuando este era un sector principalmente de chacras y la propiedad ocupaba toda una cuadra. Durante medio siglo habitó ahí con su familia, y hasta el día de hoy la casa es conservada por sus descendientes.




Hecha de adobe, con planta en L, de muros rojos y cubierta de tejas y muros rojos, la construcción conserva en buen estado las características de la vivienda de estilo colonial, al tiempo que en su interior mantiene el mobiliario y elementos originales que transportan al tiempo de Domeyko.
En el patio, en tanto, si bien la apariencia actual corresponde a una intervención paisajística de épocas posteriores, también se aprecia un muy bien cuidado jardín con palmeras, araucarias, flor de la pluma, árboles frutales y otras especies. Lo más increíble es que todavía quedan algunos ejemplares de la época en que Domeyko vivió allí, como unos naranjos y el jacarandá.


Se cuenta que cuando Ignacio Domeyko visitó por última vez Polonia, trajo de allá un saco de tierra y la depositó en el patio de su casa del barrio Yungay.
Con el apoyo del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, actualmente se ejecuta un proyecto de protección de este patrimonio arquitectónico y cultural, que contempla en 2025 realizar una investigación interdisciplinaria del edificio y su jardín, y una evaluación de la colección, con miras a su preservación a largo plazo.